Y ahora después que ya ha pasado lo peor de la tormenta parece que el cielo promete los brillantes colores del arcoíris, aunque el recuerdo de la torrencial lluvia siempre estará allí, siempre serás recordada tormenta mía ,por todo lo bueno que has hecho florecer en mi y por todo el daño que me causaste hoy pero no reincidirá en el futuro ,si ,así es como me siento ,al igual que un pueblo primitivo que después de una lluvia de calumnias y mentiras vuelve a brillar , los pobladores sienten la devastación agridulce de la lluvia ,pero están mas seguros que nunca, ya que para la próxima vez las goteras y rendijas por las que el agua se filtraba ,estarán cubiertas, y es así como de lo agridulce solo dulce queda, lo dulce que es ver florecer sus cultivos y de saber que lo que no los mato los hizo mas fuertes y que al final de cada tormenta siempre este pueblo tendrá un maravilloso arcoíris.
Hernán Villarreal
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